La escasez de agua es uno de los retos más urgentes del siglo XXI. A medida que la población mundial crece, los patrones climáticos cambian y la demanda de recursos se intensifica, la gestión eficiente del agua se convierte en una necesidad vital para garantizar la sostenibilidad y la calidad de vida.
Índice de contenidos
1. ¿Qué es la gestión eficiente del agua? 2. Causas de la escasez de agua |
La gestión eficiente del agua es el conjunto de prácticas, políticas y tecnologías destinadas a optimizar el uso de los recursos hídricos, reduciendo el desperdicio y garantizando su disponibilidad para las generaciones presentes y futuras. No se trata solo de consumir menos agua, sino de utilizarla con inteligencia, aprovechando cada gota de manera responsable.
La escasez hídrica puede ser resultado de una variedad de factores complejos y entrelazados, que incluyen tanto elementos naturales como actividades humanas.
El Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 20201, titulado "Agua y Cambio Climático", es una publicación emblemática coordinada por el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP) de la UNESCO. Este informe destaca la interrelación entre el agua y el cambio climático, subrayando que una gestión adecuada de los recursos hídricos es esencial para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
El documento enfatiza que el cambio climático afecta directamente la disponibilidad, calidad y cantidad del agua necesaria para satisfacer las necesidades humanas básicas y los ecosistemas. Además, resalta que una gestión integrada y sostenible de los recursos hídricos puede contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ríos, lagos y acuíferos están experimentando una degradación significativa en su calidad debido a la contaminación por desechos industriales, agrícolas y urbanos, así como por el vertido de productos químicos y residuos tóxicos. Esta contaminación afecta no solo a la vida acuática, sino que también compromete la salud humana y la biodiversidad de los ecosistemas circundantes. Como resultado, el agua de estas fuentes se vuelve inutilizable para el consumo humano, la agricultura y otras actividades sin un tratamiento previo exhaustivo y costoso.
Cada nuevo habitante del planeta requiere agua para consumo, preparación de alimentos, higiene personal, producción agrícola y el mantenimiento de una vida digna. A medida que las ciudades experimentan un crecimiento descontrolado, la demanda de agua también aumenta, frecuentemente sin una planificación adecuada. Muchas infraestructuras no están diseñadas para abastecer a millones de personas, y el consumo excesivo supera la capacidad natural de recarga de acuíferos y ríos.
En numerosas ciudades, se estima que más del 30% del agua potable se pierde antes de alcanzar los hogares, debido a fugas en las tuberías y sistemas obsoletos. En residencias, establecimientos comerciales y agrícolas, el uso excesivo e irracional del agua—como el riego de jardines durante las horas de mayor calor o dejar los grifos abiertos innecesariamente—contribuye al agotamiento de un recurso limitado. Además, el consumo de agua por encima de las necesidades reales no solo repercute en los recursos hídricos, también implica un desperdicio energético, dado que el tratamiento y transporte del agua requieren de electricidad creando un ciclo que afecta considerablemente el cambio climático.
Su objetivo principal es minimizar fugas, infiltraciones y pérdidas por evaporación en los sistemas de conducción y almacenamiento de agua potable a través de soluciones como:
Rehabilitación de redes existentes: Sustitución o encamisado de tuberías deterioradas por soluciones de alta resistencia mecánica y química que garanticen durabilidad a largo plazo y reduzcan el riesgo de fracturas o corrosión.
Impermeabilización de estructuras hidráulicas: Aplicación de recubrimientos técnicos o membranas impermeables en pilas, cisternas, canales y reservorios, que evitan la filtración hacia el subsuelo y mejoran el control operativo del recurso.
Sistemas de detección y monitoreo: Incorporación de sensores inteligentes que permiten identificar en tiempo real pérdidas o variaciones anómalas de presión en las líneas de distribución, facilitando una respuesta técnica oportuna.
Tiene como objetivo ampliar la vida útil del recurso hídrico a través del tratamiento y reaprovechamiento seguro de aguas residuales.
Plantas de tratamiento físico-biológico: Instalaciones diseñadas para depurar aguas residuales mediante procesos de separación, filtración, aireación y desinfección, adecuadas para comunidades, zonas industriales o agropecuarias.
Sistemas de reutilización segura: Conducción controlada de aguas tratadas hacia usos no potables (riego agrícola, limpieza industrial, recarga de acuíferos) mediante canales o líneas encapsuladas que evitan la re contaminación.
Encapsulamiento de procesos: Uso de materiales técnicos para contener y estabilizar lodos o líquidos residuales, previniendo escurrimientos hacia el suelo o cuerpos de agua cercanos.
Objetivo: Maximizar la disponibilidad hídrica aprovechando las precipitaciones estacionales para usos no potables o almacenamiento estratégico.
Ollas de captación y reservorios rurales: Excavaciones impermeabilizadas que recolectan escorrentía superficial en zonas agrícolas o ganaderas, permitiendo el almacenamiento y uso posterior durante periodos secos.
Tanques modulares de captación urbana: Sistemas prefabricados de almacenamiento que pueden instalarse subterráneamente en espacios reducidos, ideales para edificios, parques industriales o instalaciones públicas.
Filtración inicial y canalización: Implementación de sistemas de captación con rejillas, filtros y conducciones que aseguren la calidad del agua recolectada y la conducción eficiente hacia los puntos de almacenamiento.
Sector | Problema común | Solución técnica eficiente | Beneficio de una gestión hídrica correcta |
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Minería | Contaminación por lixiviados, uso intensivo de agua en procesos de extracción. | Impermeabilización de pilas con geomembranas, canales con geosintéticos, plantas de tratamiento de aguas ácidas. | Minimiza la contaminación del subsuelo, reduce consumo y mejora cumplimiento ambiental. |
Construcción | Consumo elevado de agua potable, escorrentía y generación de sedimentos contaminantes. | Sistemas de captación pluvial, tanques modulares, barreras de contención con geotextiles y drenajes superficiales. | Ahorro en consumo, agua disponible en sitio y protección de ecosistemas aledaños. |
Rellenos sanitarios | Filtración de lixiviados al subsuelo, acumulación de líquidos contaminantes. | Sistemas de impermeabilización compuesta, drenaje de lixiviados, y conducción a plantas de tratamiento especializado. | Previene contaminación del manto freático, prolonga la vida útil del sitio y cumple con normativas ambientales. |
Energía | Grandes volúmenes de agua requeridos para enfriamiento y generación, riesgo de vertidos. | Sistemas de recirculación de agua, uso de piscinas técnicas, tratamiento y reutilización de aguas industriales. | Reduce consumo hídrico, mejora eficiencia operativa y reduce el impacto ecológico. |
Agua y aguas residuales | Pérdidas en red, tratamiento deficiente, falta de reaprovechamiento. | Rehabilitación de redes, uso de plantas compactas de tratamiento, y reúso en procesos no potables. | Aumenta la eficiencia del sistema, disponibilidad de agua y reduce descargas no tratadas. |
Industrial y químico | Contaminación con compuestos peligrosos y alto consumo operativo. | Sistemas de contención secundaria, tratamiento físico-químico de efluentes, recirculación de agua tratada. | Evita accidentes ambientales, reduce la huella hídrica y fortalece la sostenibilidad del proceso. |
Agroindustrial | Uso excesivo de agua en lavado y procesamiento, descarga de aguas con materia orgánica. | Separadores sólidos-líquidos, biofiltros, tratamiento anaerobio y reutilización en riego. | Mejora el manejo de residuos, genera agua útil para cultivos y reduce el impacto en cuerpos receptores. |
La gestión eficiente del agua ya no es una opción, sino una necesidad crítica frente al cambio climático, el crecimiento urbano y la presión sobre los recursos naturales. Cada industria enfrenta desafíos únicos en cuanto al uso, tratamiento y conservación del agua. Sin embargo, la correcta implementación de tecnologías como impermeabilización técnica, captación pluvial, tratamiento de aguas residuales y reutilización inteligente no solo protege el medio ambiente, sino que también mejora la eficiencia operativa y garantiza el cumplimiento normativo.
En SAI, nos preocupamos por un futuro sostenible. Por ello, nos enfocamos en brindar soluciones técnicas especializadas para cada industria, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Diseñamos e implementamos estrategias que permiten usar, reutilizar y proteger el recurso hídrico, siempre con el respaldo de personal capacitado y certificado, comprometido con el impacto positivo a largo plazo. Contáctanos para obtener más información sobre cómo nuestras soluciones pueden ayudar a tu industria a gestionar el agua de manera más eficiente.
REFERENCIA
1 https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000373611
https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/causas-de-la-escasez-de-agua/